Con el permiso de la presidencia,

Compañeras diputadas y compañeros diputados:

Estamos iniciando un nuevo periodo ordinario de sesiones y es momento de retomar el impulso a los temas que más le interesan al pueblo de México, que son escuchados y atendidos por el Partido Verde. Uno de ellos es, sin lugar a dudas, el combate al cambio climático.

Se ha demostrado que la quema de combustibles fósiles es la causa principal de este fenómeno, de modo que los esfuerzos deben concentrarse en el sector energético que, además, es un área prioritaria para el desarrollo nacional.

En diciembre pasado se llevó a cabo en Egipto la COP27 de Cambio Climático, en la que se puso énfasis en la necesidad de fortalecer los mecanismos de implementación; es decir, pasar de los discursos a la acción.

México presentó la actualización de su Contribución Nacionalmente Determinada (NDC), con el ambicioso compromiso de reducir sus emisiones en un 35 por ciento para el año 2030, a través de 44 medidas, entre las que destacan la electromovilidad, la eficiencia energética y otras relacionadas con la generación y usos de la energía.

En tal sentido, la transición energética es una condición necesaria para cumplir con los compromisos climáticos de nuestro país.

Aunque México contribuye con apenas el 1.5 por ciento de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, esto no es motivo para aplazar las acciones de mitigación, ya que el cambio climático es un fenómeno de alcance global, con posibles consecuencias catastróficas para todos los países.

Es necesario recordar que la transición energética se incorporó en nuestro marco jurídico en 2008, con la entrada en vigor de la Ley para el Aprovechamiento de Energías Renovables y el Financiamiento de la Transición Energética, que surgió a partir de una iniciativa del Partido Verde.

Posteriormente, este ordenamiento fue sustituido por la Ley de Transición Energética, que está vigente a partir de 2015 e indica que la transición energética está compuesta por diversas acciones que inciden en todas las actividades relacionadas con la generación y usos de la energía.

En resumen, debemos reconocer que la transición energética es relevante como eje de inclusión, competitividad y soberanía energética.

Asimismo, podría convertirse en la palanca para el desarrollo nacional, tal como lo han sido nuestras Empresas Productivas del Estado, la Comisión Federal de Electricidad y Petróleos Mexicanos, contribuyendo a garantizar de manera transversal los derechos humanos a un medio ambiente sano y, en consecuencia, a la salud, así como al uso y acceso de los beneficios de la ciencia y la tecnología, sin olvidar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 7 "Energía Limpia y Asequible".

De esta forma, es evidente que la transición energética es indispensable, y aunque nuestro país ya está avanzando en esa dirección, resulta necesario fortalecer esta aspiración en nuestro marco jurídico, elevándolo a rango constitucional.

Por estas razones, la iniciativa que hoy presentamos busca reformar el artículo 27 Constitucional, para establecer que el Estado quedará a cargo de la transición energética y utilizará de manera sustentable todas las fuentes de energía de las que dispone la Nación.

Con ello, la transición energética pasará a formar parte de nuestra Ley Suprema, estableciendo el fundamento constitucional para generar las políticas científicas, tecnológicas e industriales necesarias para lograr este objetivo.

Asimismo, no se debe perder de vista que elevando la transición energética a rango constitucional, garantizaremos que la política energética quedará alineada con este objetivo.

Finalmente, cabe destacar que esta propuesta retoma uno de los puntos principales de la Reforma Constitucional en materia Eléctrica, presentada por el Ejecutivo Federal en septiembre de 2021, en el que incluso todas las fuerzas políticas coincidimos, pero que no llegó a buen puerto por la falta de acuerdos en otros temas.

De esta forma, el Partido Verde propone dar un nuevo impulso a este importante tema, en congruencia con nuestra consigna de "No dar un paso atrás en las energías renovables", que no es un simple eslogan político, sino una convicción que beneficia a todas y todos los mexicanos.

Es cuanto, presidenta.