Señora Secretaria de Desarrollo Social sea usted bienvenida.

Una de las grandes deudas históricas del Estado mexicano es precisamente con los sectores más desprotegidos, producto de la gran desigualdad social que aún existe en nuestro país y cuyo rostro más crudo, sin duda alguna, lo representa precisamente la pobreza.

Es inconcebible y lamentable que después de una revolución social, la de 1910, con su millón de muertos, con algunas etapas de crecimiento y desarrollo económico, sobre todo con el desarrollo estabilizador, con los multimillonarios recursos que se han invertido en programas sociales, a la fecha, como aquí se ha dicho, la proporción de pobres sigue siendo exactamente la misma, que cuando iniciaron, allá a principios de los 90, los programas sociales que tenían como objetivo el combatir la pobreza y buscar la manera de reducirla.

Las cifras oficiales nos indican que hoy tenemos 53.3 millones de pobres, y de estos más de ocho millones en pobreza extrema.

Y qué quiere decir esto, amigas y amigos. En primer lugar quiere decir, como bien lo señala un escritor argentino, Martín Caparrosa en su último libro, donde habla de la pobreza y el hambre en el mundo, dice él que los términos técnicos nos llevan a evitar, diría yo, a eliminar la emoción en este tema.

Porque hablar de pobreza extrema, es decir, estamos hablando de gente que no tiene para comer, mucho menos tiene las posibilidades de desarrollo, de enviar a sus niños a la escuela, estamos hablando de condiciones vergonzosa de un país como el nuestro, que hablan de condiciones indignas para millones de mexicanos.

Por eso, toda acción que venga en materia de combate a la pobreza, que busque la reducción de la pobreza, debiera ser bienvenido por todos nosotros. Hoy no podemos hablar aquí de que son solo cambios cosméticos, que no se ha avanzado nada, que hay que combinar la política social con la económica.

Dicho por cierto por la Secretaría de Desarrollo Social, dicho por cierto también por el propio Presidente de la República en su informe, que habla de que la reducción de la pobreza requiere necesariamente medidas de política económica.

Eso ya lo sabemos. En el gobierno pasado lo reconocemos, hubo un crecimiento económico mejor que estos dos años de Enrique Peña Nieto, y estaba el Programa Oportunidades, y no sólo no se redujo la pobreza, se incrementó, pero no es una cuestión de este último gobierno pasado.

Si nos vamos más atrás y más atrás, veremos que con el presidente Fox, que con el presidente Zedillo y con el presidente Salinas, la situación sigue siendo la misma.

Por ello, para nosotros sí hay avances, porque es importante en este tema cuestiones como la Cruzada Nacional Contra el Hambre, jamás podremos descalificar un programa que la fecha, y no porque desconozcamos el programa, a la fecha ha beneficiado a tres millones de personas con alimentación, con apoyo de alimentación directa.

Pero no sólo eso, sino que de 400 municipios se pasó a más de mil municipios, mil 12 para ser precisos, y aquí yo hago una acotación, amigas y amigos, en los municipios de alta rentabilidad electoral, en los municipios de mucho progreso económico, Monterrey, Nuevo León, Zapopan, Jalisco, Querétaro, no habrá gente que requiera programas sociales.

Claro que los hay y por ello esa es una de las razones que se incluyen municipios que a primera vista pareciera ser que se busca un objetivo electoral, cuando pobres hay en todo México y pobres hay en todo el mundo.

Importante también es, un nuevo programa de seguros de vida para jefas de familia, que ahorita beneficia a cerca de cinco millones de madres trabajadoras y que va a permitir algo bien importante; que los hijos, si llegan a faltar estas madres, puedan continuar con sus estudios.

Importante también es haber reducido la edad para recibir la pensión de adultos mayores, de 70 a 65, lo que hoy permite hablar también de una buena cantidad, cerca de seis millones de ancianos que perciben una pensión mensual y que gracias a esa pensión mensual, que por cierto, inició con el presidente Fox, gracias a esa pensión mensual, esos ancianos tiene mejores condiciones en la última etapa de su vida.

Y en ese sentido, nosotros también estamos de acuerdo, lo decía la Secretaria de Desarrollo Social y el propio Presidente, como antes lo señalé, que mientras no haya esa vinculación, mientras no haya esa combinación de un programa social o programas sociales con desarrollo económico, no vamos a poder salir adelante.

Por ello, por la experiencia de otros gobierno, no sólo el anterior, es que se dio la necesidad de no solo cambiar de nombre al Programa Oportunidades, sino, este Prospera representa un cambio de estrategia en materia de política social.

Y me voy a referir a tres hechos muy concretos que hablan de la profundidad de Prospera, que hablan de la transformación que se busca con este nuevo programa, que nada tiene de cosmético, mucho menos nada tiene nada más de cambio de nombre.

En primer lugar, se habla de que los jóvenes beneficiarios, antes de Oportunidades hoy de Prospera, van a recibir becas universitarias, para que estudien estudios universitarios, para que estudien técnicos profesionales.

¿Ese es un cambio menor? ¿Ese es un cambio cosmético? Cuántos de nosotros, me incluyo, cuántos millones de mexicanos gracias a que tuvimos educación logramos transformas nuestra vida y las de nuestras familias.

Cuántos de nosotros, con los cargos que hemos tenido, gracias a que estudiamos, contribuimos a transformar la vida de miles y miles de mexicanos; ahí, esta acción indica que se está apostando por la educación, pero además, que estamos completamente convencidos que la educación es el elemento que logra la mayor transformación en un individuo y en una sociedad.

Amigas y amigos, no es un cambio menor, estamos hablando de que esos jóvenes que sólo podían estudiar hasta prepa, hoy tienen la oportunidad, como nosotros la tuvimos, de acceder a estudios profesionales, de que a sus familias les vaya mejor y, por lo tanto, a México.

Por eso, insistimos que no es un cambio nada más de forma, no es un cambio para identificar un gobierno sino se busca precisamente, pasar de esos programas asistenciales a programas que nos ayuden, no sólo a combatir sino a reducir la pobreza.

También se habla de otro elemento, la posibilidad de créditos de préstamos con tasa de interés baja para mujeres que puedan iniciar algún negocio.

Eso implica, la posibilidad para millones de mujeres y hombres también, de depender de su propio esfuerzo, trabajo y capacidad, de iniciarse en la vida productiva y, de esta manera, generar mejores condiciones de vida para ellos y sus familias.

Por último, me quiero referir a un hecho trascendental, el que las mujeres embarazadas o en lactancia, de que los niños de seis meses a cinco años, van a recibir suplementos nutritivos alimenticios.

Miren ustedes, hace unos días leí un artículo de Mario Luis Fuentes, quien fue director general del DIF hace algunos sexenios, y donde él hablaba precisamente con base a un estudio, un estudio muy profundo, realizado en Estados Unidos.

Hablaba de que la intervención del Gobierno, de las instituciones oficiales deben ser intervención temprana, debe ser una intervención oportuna y adecuada.

En esa etapa del embarazo, en esa etapa de la lactancia, en esa etapa de los seis a los cinco años de edad, ahí nos estamos jugando el futuro de esos niños, ahí estamos generando y creando las condiciones para que desarrollen todas sus capacidades.

Es lo que hemos dicho, aquellos que la pobreza no sólo nos las han contado sino la hemos vivido. Cómo quieren que saquemos buenas calificaciones, o que saquen buenas calificaciones niños y jóvenes que no tienen ni para comer, o que su comida se reduce a lo que pueden agarrar en la casa o le pueden dar sus padres, que a veces no es nada, o a veces no es lo que requieren, o a veces es muy poco.

Por ello, para los diputados del Partido Verde; estamos convencidos de que se necesitaba transformar estos programas que no han dado grandes resultados.

Yo creo que todos estaremos de acuerdo en dos cuestiones; la primera, como  lo decía desde Solidaridad para acá, los programas sociales no han dado los resultados de reducir la pobreza, en eso estaremos de acuerdo todos.

Y en otra cosa, también estoy seguro que vamos a estar de acuerdo, en que cómo queremos cambiar las cosas, si seguimos haciendo lo mismo que no nos ha dado resultados, ¿Cómo?

De ahí la importancia del cambio de un programa como Oportunidades que se le reconoce que ha sido un gran apoyo para niños, jóvenes, padres y madres de familia en materia de alimentación, en materia de salud, y en materia de educación, pero que sin duda alguna, se requería de un cambio no sólo de nombre, de un cambio profundo en la estrategia de política social. Como en la que se está llevando a cabo.

Reconocemos que en esta materia, en materia de combate a la pobreza y de reducción sobre todo la pobreza, nos queda mucho por hacer, vea los datos que nos ofrece la Secretaria de Desarrollo Social, nos habla de que con la Cruzada Nacional Contra el Hambre, sólo se benefician a tres millones de personas, de más de siete millones que están en ese universo.

Eso es lo grave, eso es lo que debemos ver, es decir hay un avance, pero nos falta todavía mucho.

Es un tema que lo siento, lo vivo, porque a mí no me cuentan de estas cuestiones, y otro dato que para mí es grave, el programa de Prospera hoy atiende a 6.1 millones de familias. Al terminar el sexenio sólo va a atender a 6.5 millones de familias. Saben cuántas familias van a faltar, fácilmente 10 millones de familias, cinco millones de familia por cuatro. Eso es lo grave, por eso decía, hemos avanzado, pero nos falta mucho por hacer.

Pero tenemos confianza que con este cambio de estrategia y nuevas acciones en política social, y sobre todo con la capacidad, y no son flores gratuitas a la Secretaria, la conocemos, conocemos su trayectoria, con la capacidad y la sensibilidad que tiene Rosario Robles, estamos seguros que vamos en el camino correcto para lograr una sociedad, un México menos desigual y sobre todo con mejores condiciones de vida para todos.

Muchas gracias

PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MÉXICO