Con su venia, diputado Presidente.

Mañana 8 de marzo, es el Día Internacional de la Mujer.

En esta fecha, las mujeres de gran parte del mundo, sin importar las barreras culturales, económicas o políticas, se unen para hacer un recuento de las batallas libradas en el pasado, visualizar las que están por enfrentar en el presente y compartir la visión que esperan sobre su futuro, con miras al ejercicio pleno y en condiciones de igualdad de todos sus derechos.

En este día se celebra también a las mujeres que decidieron participar en la creación de su historia. Es la fecha en que se realza su lucha por participar en todos los aspectos de la sociedad, siempre en igualdad con el hombre.

Es muy importante hacer notar que la lucha que recordamos el 8 de marzo como el "Día de la Mujer", llevo a cuestas la sangre y sufrimiento de mujeres en búsqueda de la igualdad y de la exigencia de sus derechos.

En este día, no necesitamos felicitaciones. Requerimos acciones conscientes con las cuales podamos transitar hacia la obtención de logros que signifique bienestar permanente para todas.

En el camino hacia la igualdad, la equidad y la participación paritaria entre hombres y mujeres, la Organización de las Naciones Unidas ha contribuido de manera importante en la creación de un legado histórico, conformando estrategias, acuerdos internacionales y programas cuyos objetivos consisten en mejorar las condiciones en las que viven las mujeres de todo el mundo.

Sin embargo, pese a todos los esfuerzos en los que se ha promovido la participación de las mujeres en condiciones de igualdad, estamos lejos de terminar con problemas esenciales a los que se enfrentan las mujeres en su vida cotidiana, no solo en nuestra Ciudad y nuestro país, sino en el mundo entero.

Por eso, el tema elegido por la ONU en el 2019 para conmemorar el Día Internacional de la mujer, "Pensemos en igualdad, construyamos con inteligencia, innovemos para el cambio", nos deja grandes reflexiones, como sociedad y como país.

Por una parte, el construir con inteligencia e innovar para el cambio, da un mensaje a los líderes de la industria y de las empresas, es decir a los agentes económicos que generan empleos y riquezas, para que cambien el panorama en el mundo, dando pie a la entrada de la mujer en estos sectores dentro de los mandos que cuentan con la posibilidad de tomar decisiones.

Asimismo, establece la relevancia del trabajo de las y los emprendedores sociales, las y los activistas que trabajan en favor de la igualdad de género y las mujeres innovadoras, cuyo objeto es explotar el valor de la innovación para eliminar barreras y acelerar los avances hacia la igualdad de género, fomentar la inversión y construir servicios e infraestructuras que den respuesta verdadera a las necesidades de las mujeres y las niñas en el siglo XXI.

Estas acciones, surgen esencialmente con el objetivo de empoderar a las mujeres, promoviendo la equidad de género en todas las actividades sociales, económicas y políticas y proporcionando las garantías para su efectivo fortalecimiento.

Lo anterior porque solo con la participación plena de las mujeres en todos los sectores y a todos los niveles de la actividad económica, se podrán construir economías fuertes, establecer sociedades más estables y justas, alcanzar los objetivos de desarrollo, sostenibilidad y de derechos humanos acordados internacionalmente.

No obstante, en México partimos de una realidad en la que a las mujeres se nos queda a deber mucho en cuestiones esenciales como la seguridad, que conlleva a un derecho básico como la libertad, en tiempos donde salimos a las calles sin tener la certeza de regresar a salvo a casa, teniendo miedo a cada instante y cuidándonos de todo nuestro entorno. ¡¡¡Esto no puede seguir así!!!

Lo anterior solo pasa en un país en el que las Leyes otorgan protecciones amplias, se menciona la igualdad, el lenguaje inclusivo y la participación paritaria de las mujeres en todos los ámbitos, pero las acciones de quienes detentan el poder, están muy distantes a aceptar estos cambios normativos y a aceptar sus implicaciones.

Por ello, no solo en este Congreso sino en todos los sectores en los que nos desarrollemos, debemos apresurar el paso y los trabajos para hacer realidad, con acciones concretas, esos cambios que se necesitan en todos los ámbitos de la vida pública y privada, para lograr una verdadera igualdad, equidad y paridad entre hombres y mujeres. En una frase, dejar de simular.

Solo así nuestra Ciudad, México y todo el mundo, contará con los elementos necesarios para dar a las mujeres justicia y calidad de vida.

Es cuánto, Sr. Presidente.

Por su atención, muchas gracias,

PARTIDO VERDE